Ya tenemos en la tienda, Bakumatsu Yôkai Sensô 「幕末妖怪戦争」 Un juego de rol ambientado en una versión contrafactual de Japón a mediados del s.XIX (la transición entre el final de la era Edo y la restauración Meiji), cubriendo así una ambientación que hasta ahora no había sido explotada adecuadamente: el Japón feudal desde una perspectiva recreacionista, estrictamente fiel tanto a su historia como a su mitología, aunque con unos pocos retazos de fantasía.
El Bakumatsu: una época de conflictos
Tras el desarrollo de este juego hay un durísimo trabajo de documentación. Pero no (solo) se trata de un trasfondo de recreación histórica, sino que representa Japón tal y como lo percibían en su época, con toda su mitología y, teniendo en cuenta ese matiz, replantea el curso de la historia: ¿qué hubiese sucedido si la magia, los dioses Kami y las criaturas Yôkai fuesen reales? Los temibles «barcos negros» de la armada imperial británica jamás habrían logrado alcanzar las costas japonesas, ya que los Kami lo habrían impedido (del mismo modo que, siglos antes, el dios Kamikaze impidió la invasión de los mongoles desatando un temible huracán). De este modo, los conspiradores del Ishin-shishi, que buscaban destituir el gobierno del Shôgun y reinstaurar el poder para el emperador, no habrían contado con la mayor baza a su favor (la presión militar de potencias extranjeras) y la guerra civil del Bakumatsu se habría prolongado indefinidamente mientras, para el resto del mundo, Japón permanecería aislado y misterioso, como un reino de leyenda…
Desde este planteamiento, Bakumatsu Yôkai Sensô mezcla los duelos a espada y el honor de los samurai con la magia de los Yôkai y las intrigas políticas de la época, en un momento histórico en el que las disputas ya no se resolvían mediante épicas batallas a gran escala, sino mediante asesinatos sigilosos en plena calle.
Para terminar de completar el trasfondo y sus posibilidades, la única parte realmente «de fantasía» (más allá de lo mitológico) es una pequeña inclusión de steampunk, equilibrando de este modo el poder de ambos bandos, el Shinsengumi con el apoyo mágico de los Yôkai y el Ishin-shishi con prototipos de armas y otros pequeños inventos que irán desarrollando a partir de las piezas y diseños de tecnología occidental que logran obtener mediante contrabando. De este modo, ya no se trata solo de ideologías políticas, sino de una incierta batalla entre la magia y la tecnología, la tradición contra el progreso.
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