La semana pasada comentaba en La Armada que no es complicado hacer banderas, que hay muchos métodos y que como en todo esto del wargame y el modelismo es más un tema de artesanía (aprender técnicas y comunicarlas) que de arte (inspiración, musas, gafas de pasta y canapés).
Hay muchas maneras de hacer una bandera efectista. Aquí os explico una y la semana que viene otra más.
Banderas de papel «metálico».
Os podéis surtir de diferentes tipos de este papel metálico en los envoltorios de un montón de productos alimentarios; quesos de untar, botellas de vino y cava, abrefáciles de conservas varias… Son de diferentes metales y de diferentes grosores, pero el modo de trabajarlos es el mismo.
Para empezar, papel metálico, superficie dura y lisa y una cuchara sopera. La mayor parte vienen con algún tipo de textura o arruga. Para eliminarla la mejor forma es pasar repetidamente una cuchara sobre el papel.
Cuando lo tenemos bien liso marcamos el tamaño de la bandera. Para 15mm suele ser mejor usar una sola lámina, para 28mm yo pliego por la mitad el material para darle mayor rigidez.
Se recorta y se imprima (La imprimación es importante para que la pintura se quede en la bandera)
Para pintar la bandera si es simétrica se puede dibujar el motivo en una de los lados y plegando la lámina repasarlo suavemente con un punzón o un bolígrafo sin tinta para que se marque en ambas caras.
Se pinta el motivo, pero no se barniza hasta darle «aire». Cuando la pintura está seca podéis retorcer la bandera alrededor del mango de un pincel grueso para que parezca agitada por el viento. Cuando hayáis conseguido el efecto deseado barnizáis y listo.
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